Para los musulmanes, naturalmente, se espera que los individuos traigan elementos vitales del comportamiento islámico, como la cortesía y el respeto mutuo, a nuestras palabras y acciones diarias. Lo que no debe ser ignorado es la importancia de la competencia profesional y la integridad y la combinación de ambos conjuntos de valores en nuestros asuntos espirituales y mundanos.
Un alto nivel de profesionalismo es lo que Allah (SWT) espera de los creyentes. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él). La palabra árabe Ihsan (excelencia) utilizada en este hadiz es significativa ya que tiene otros significados relevantes, por ejemplo, piedad y belleza. En el Islam, la cortesía y la humildad son la encarnación de una manera excelente (Árabe Ajlaq).
La mentalidad abierta, la accesibilidad y la equidad son parte de una larga lista de cualidades esenciales para un musulmán. En tiempos de desacuerdo dentro de una familia u organización, la cortesía es muy deseable antes de que el ego se establezca y las relaciones se vuelvan agrias. La cortesía no cuesta nada y es un mayor nivel de caridad (Árabe, etc Sadaqah); incluso podría comenzar con una simple sonrisa que acerque a las personas. La humildad es una forma más profunda de espiritualidad que ayuda a unir los corazones.
Un código de conducta natural es vital para la armonía interna, especialmente a raíz del debilitamiento global de la fibra moral en el comportamiento y la ética pública. Las características clave que hacen que la vida sea más profesional y efectiva, particularmente en organizaciones como mezquitas y organismos comunitarios, se mencionan a continuación.
Transparencia y responsabilidad: Uno de los mayores desafíos en la gobernanza y la gestión es aportar transparencia y responsabilidad en todos los tratos. Como un ejemplo simple, las cajas de recolección de efectivo del viernes Jumwah en una mezquita deben contarse en presencia de testigos independientes y la cantidad de recolección debe fijarse en el tablón de anuncios ese mismo día.
Honestidad candidata: Los musulmanes son hermanos en la fe (Corán 49:10), sin embargo, según un hadiz “Un creyente es un espejo de otro”. Esto significa que un Musulmán tiene la responsabilidad de rectificar otra culpa musulmana, aunque de una manera honesta, cortés y gentil. La cultura de “hermandad” podría ser una de las causas del bajo rendimiento o fracaso organizacional. El profesionalismo basado en el mérito es esencial y debe haber un esfuerzo implacable para profesionalizar nuestras mezquitas, organismos comunitarios o incluso grupos de redes sociales para tener un mejor desempeño.
Claridad en la comunicación: Una organización exitosa utiliza la claridad, la concisión y la precisión como herramientas para llegar a sus propios miembros, por un lado, y a los socios o agencias relevantes, por el otro. Una comunicación interna y externa clara es vital para evitar malentendidos y desconfianza entre los miembros y las partes interesadas. Las organizaciones exitosas fomentan las interacciones humanas y hacen un uso óptimo de todos los métodos de comunicación relevantes.
Ethos de trabajo en equipo: Los derechos y obligaciones individuales nunca deben ser ignorados, ya sea trabajando de forma independiente o en grupo o en equipo. El espíritu de todos los que sirven a todos trae humildad y desarrolla un mejor espíritu de equipo, al mismo tiempo que aporta sinergia y actitudes positivas para lograr los objetivos de la organización.
Una cultura positiva: Una cultura debe basarse en valores compartidos con una actitud de “vaso medio lleno y mutua empatía. Esto garantiza un mejor rendimiento. Los modelos a seguir o ejemplos en la gestión pueden ayudar a crear una cultura positiva a través de influencias de pares.
Consulta: La consulta debe ser parte integrante de la toma de decisiones grupales, ya sea en una familia o en un gobierno. La sabiduría divina nos enseña su importancia, “Sus asuntos se basan en la consulta entre ellos” (Corán 42:38). La consulta debe ser genuina y arraigada como una práctica esencial, no solo para el roce social.
Conclusiones
La clave del éxito en este mundo y en el Más Allá es permanecer decidido y disciplinado en la vida. Como humanos no debemos perder de vista que tenemos un propósito divino en la tierra. Las personas de fe a menudo han malinterpretado o mal utilizado sus textos y contextos religiosos; algunos han recurrido al extremismo en ambos extremos a pesar de que se les ha pedido que permanezcan en el camino medio (Corán 2:143). Es hora de que idintifiquemos nuestros errores, hagamos todo lo posible para brindar profesionalismo, humildad y excelencia en lo que sea que hagamos para crear una sociedad decente.