El deber religioso y moral de las naciones musulmanas

El deber religioso y moral de las naciones musulmanas

Los musulmanes deben resistir y denunciar a los traidores y agentes de los enemigos del Islam




Por: Najah Mohammad Ali, Tehran Times.

El Santo Profeta del Islam (PBUH) dijo: "Quien de entre ustedes ve un mal debe cambiarlo con su mano; si no pueden, entonces con su lengua; si no pueden, entonces con su corazón, y ese es el nivel más débil de fe."

Este noble dicho destaca un principio fundamental en la lucha contra la corrupción y la desviación: cada creyente tiene el deber de oponerse a las malas acciones y esforzarse por corregirlas lo mejor que pueda.

En nuestro tiempo, uno de los errores más feos y peligrosos es el acto de traición y servir a los enemigos del Islam. Aquellos que se ponen al servicio de extranjeros y actúan como herramientas ocultas y soldados dentro de la comunidad Islámica no solo están traicionando al Islam y a los Musulmanes, sino que también están ayudando al poder y dominio de los enemigos sobre las tierras islámicas. Estos individuos están, en verdad, permitiendo los crímenes de los enemigos contra la comunidad islámica.

Denunciar a los politeístas: un principio coránico y religioso

Uno de los principios fundamentales del Islam es la denuncia de los politeístas y los enemigos de Dios. El Sagrado Corán expresa claramente esta verdad en Surah At-Tawbah:

"Un anuncio de Allah y Su Mensajero a la gente en el día de la peregrinación mayor que Allah y Su Mensajero están disociados de los politeístas..." (Surah At-Tawbah, versículo 3)

Este versículo declara claramente que Alá y Su Mensajero están disociados de los politeístas, y esta denuncia debe estar arraigada dentro de la comunidad islámica. Una manifestación de este principio es la ceremonia de denuncia de los politeístas durante el Hayy, que el Imam Jomeini (RAH) revivió.

La importancia de la ceremonia de denuncia de politeístas y traidores

El Imam Jomeini siempre enfatizó que denunciar a los politeístas es un deber religioso y político. Proclamó que los musulmanes deben fortalecer su unidad junto con los rituales del Hayy con el lema de denunciar a los politeístas y distanciarse de los enemigos del Islam y sus agentes.

Esta ceremonia, celebrada como una manifestación durante el Hajj, enfrentó severos ataques y represión por parte de agentes y traidores estadounidenses al mundo islámico. Ellos entendieron bien que si los musulmanes se unen y se oponen a la arrogancia global y sus agentes internos, el dominio de los extranjeros sobre el mundo islámico terminaría. Por lo tanto, intentaron detener este movimiento con la masacre de peregrinos y la supresión de la ceremonia de denuncia. Sin embargo, el mensaje del Imam Jomeini sigue vivo, y la comunidad islámica debe continuar este camino.

Traicionar al Islam y colaborar con los enemigos de los musulmanes puede manifestarse en varias formas. A continuación se presentan algunos de ellos.

Traición política: Algunos políticos y funcionarios sirven los planes de los extranjeros en lugar de defender los intereses de la comunidad islámica e implementar sus políticas en tierras islámicas.

Traición cultural: Aquellos que se esfuerzan por promover los valores Occidentales y no Islámicos en las sociedades musulmanas, distanciando a las naciones de su identidad islámica.

Traición de seguridad y espionaje: Individuos que proporcionan información importante y vital sobre los países islámicos a los enemigos y los ayudan en sus planes siniestros contra la comunidad islámica.

Traición religiosa: Aquellos que usan el atuendo de la religión pero distorsionan los pensamientos y enseñanzas religiosas y dirigen a los musulmanes hacia la dependencia de las potencias extranjeras.

Cómo deberían reaccionar los musulmanes

Según el noble hadiz del Profeta (PBUH), no debemos permanecer indiferentes a este gran error. Es deber de los musulmanes confrontar a estos traidores y revelar su verdadera naturaleza.

Enfrentamiento práctico: La comunidad islámica debe emplear políticas independientes, medidas de seguridad y culturales, y fortalecer sus bases económicas y militares para evitar la infiltración de traidores y agentes. Los gobiernos islámicos también deben tratar firmemente con estos grupos, imponer severas sanciones a los traidores y apoyar la resistencia islámica.

Confrontación verbal: Los eruditos, pensadores y medios islámicos tienen el deber de educar a la gente sobre el peligro que representan los agentes de los enemigos y exponer sus verdaderos rostros a todos. Nadie debería tener miedo de decir la verdad.

Confrontación sincera: Si alguien carece de la capacidad de confrontación práctica y verbal, al menos debe albergar aversión hacia ellos en su corazón y no tener afecto y compañía con ellos. Este es el nivel más débil de fe.

Un verdadero musulmán no permanece en silencio frente a la opresión, la corrupción y la traición. Hoy en día, a medida que el mundo islámico se enfrenta a numerosos desafíos de sus enemigos, nuestro deber más importante es separar nuestras filas de los agentes y traidores y oponerse a su influencia.